En la Ciudad de México en la intersección de las calles Tacuba y la Plaza de Manuel Tolsá, en el número 12, se encuentra una casona de época que data de finales del siglo XIX. Después de casi una década de minuciosa restauración (según describe El Heraldo de México), esta majestuosa estructura está destinada a ser el hogar del Museo del Perfume (MUPE) en México, un espacio donde los visitantes tendrán la oportunidad de sumergirse en la historia de esta industria trascendental. Desde la labor artística de los perfumistas hasta las materias primas con las que trabajan, así como la contribución de México al mundo de las fragancias, serán los aspectos explorados en este museo único en su género.
Inaugurada en el 2019, marcó un hito importante para el país y se convertirá en el primer museo de este tipo en México, con el propósito de no solo exponer la evolución histórica de la industria, sino también resaltar la valiosa aportación de México a nivel global en el ámbito del perfume.
Dentro de esta narrativa olfativa, destaca el papel del nardo, una planta aromática endémica de México. Las distintas culturas prehispánicas, incluidos los mayas, utilizaban esta planta en su perfumería. Aunque actualmente su cultivo se ha extendido por todo el mundo, el nardo sigue siendo un recurso nacional que ha dejado su huella en numerosas fragancias de renombre internacional. Las flores de Polianthes tuberosa, también conocida como nardo, mantienen su lugar privilegiado en la industria de la perfumería, siendo una de las materias primas más codiciadas y valiosas.
Asimismo, la vainilla, una esencia icónica, ha demostrado su relevancia en el mundo de las fragancias. Más allá de su dulzura característica, la vainilla contribuye a que los aromas perduren en la piel y actúa como una potenciadora de notas, intensificando y resaltando otras esencias. Por otro lado, el cacao, inusual en la perfumería, se emplea para infundir suavidad y originalidad en las composiciones aromáticas.
Enriqueciendo el conocimiento en torno a esta intrincada alquimia olfativa, Luis García, un perfumista con más de tres décadas de experiencia, ha desempeñado un papel esencial en el proyecto, no solo como portavoz sino también como tallerista y conferencista. García subraya que la creación de un perfume excepcional se basa en la calidad de las materias primas y en la creatividad del perfumista, según reseña El Heraldo de México.
Expertos en el arte del perfume serán los responsables de la curaduría y la museografía de MUPE, diseñando un itinerario interactivo y educativo. Las salas del museo proporcionan una visión detallada de las materias primas naturales y artificiales que dan vida a las fragancias, el diseño de las botellas, el funcionamiento del sistema respiratorio relacionado con el olfato, el poder de la memoria olfativa y su influencia en el subconsciente.
La narrativa se despliega a través de varias salas temáticas. Estas ofrecerán una comprensión profunda de la función del sentido del olfato, recomendaciones sobre cómo elegir fragancias, así como espacios dedicados al diseño contemporáneo, la historia de los siglos XVIII y XIX, y una mirada a la literatura del perfume. Además, no faltarán secciones que honren a las divas del período dorado del cine mexicano, explorando las fragancias que formaban parte de su encanto característico.
Este museo no solo celebra la riqueza histórica y creativa de la industria del perfume, sino que también destaca el papel de México en este fascinante universo olfativo, guiando a los visitantes a través de un viaje sensorial y educativo que promete cautivar los sentidos y la imaginación por igual. (Para más información visita museodelperfume.com.mx)
